jueves, 31 de diciembre de 2009

La Responsabilidad es de Todos

por Antonio J. Fernández de Oliveira - antjfer

¿De quién es la culpa de lo que pasa en Venezuela? Una pregunta muy común entre todos los venezolanos, entre todos los que habitamos este país. Todos concluimos que las cosas en Venezuela no están bien, pero no sabemos identificar una causa, debe ser porque además de compleja no es única. Luego, como respuesta a este hecho se escuchan, dependiendo del sector de donde se venga y de su cultura, expresiones como… la culpa es del Imperio… la culpa es de Chávez… la culpa fue de Pérez Jiménez y Pedro Estrada… la culpa fue de Rómulo Betancourt, Carlos Andrés Pérez, Jaime Lusinchi y Acción Democrática… la culpa fue de Rafael Caldera, Luís Herrera y COPEI, incluyendo el indulto al presidente Chávez… la culpa es del capitalismo… luego, la culpa será del socialismo del siglo XXI o será que la culpa es de la vaca…

Lo otro que uno escucha, muy comúnmente, es que Venezuela atraviesa por una crisis de valores que se ha ido agudizando con el tiempo (esto en mi opinión ocurre en Venezuela desde antes de que el Sr. Hugo Chávez fuera presidente), valores éstos que hoy forman parte de una cultura que debe ser revisada. El Sr. Hugo Chávez, dicho además por él mismo, es una consecuencia de una situación que se vivía en Venezuela (no tengamos amnesia histórica), coincido con esto, lo cual no signifique que yo sienta que hoy estemos yendo por el camino correcto, el camino de lo que pudo ser positivo para este país con esta gestión, a mi parecer, lo dejamos atrás. Tampoco responsabilizo enteramente al Sr. Chávez y su gestión, así como las gestiones anteriores, al final Todos tenemos responsabilidad de lo que pasa en este país.

Así como los canales de televisión de señal abierta transmiten la programación que le gusta a la “mayoría” de los venezolanos (que es a la final lo que les da a estos canales de televisión mayor sintonía y por lo tanto mayor prosperidad financiera), asimismo los políticos terminan asumiendo ante su público el comportamiento y el discurso que les dará los votos, que son los que a la final los mantendrán en el poder. Entonces uno escucha decir “…cada pueblo tiene los gobernantes que merece…”. Entonces, ¿Dónde está el poder de decisión?

Si queremos saber por qué Venezuela es como es hoy tenemos que entender también sus orígenes culturales, desde que llegaron los primeros españoles y su cultura de procedencia (La España que nació como reino unido, y con ese nombre, en el siglo XVI, tiene múltiples culturas internas); las tribus indígenas locales; los africanos traídos a esta tierra como esclavos y su cultura; las múltiples olas migratorias, de diversas culturas, llegadas a esta tierra a través de las últimos siglos recientes.

Tengo la impresión que no ha habido un gobierno en Venezuela que se haya preocupado por invertir en la educación integral de su pueblo (no sólo con instituciones), el desarrollo social ha sido improvisado, la educación ha provenido principalmente del hogar y en algunos casos de educadores excepcionales. Algunos de los valores que forman parte de la cultura venezolana, y que son cuestionables, están hoy sustentados por una aparente “mayoría". Si entendemos que existen algunos valores que no son los correctos, entonces debemos concluir que es necesario revisar estos valores, con una educación familiar sólida; con educadores que en su mayoría sean líderes auténticos; educadores con valores; educadores que permitan el libre pensamiento y respeten la individualidad. En ausencia de esto, los venezolanos tendremos que buscar la verdad a través de la lectura, sin esperar que nos vengan a imponer ideas, y por sobre todas las cosas, buscar la verdad a través de los valores universales y las virtudes humanas; que son las que debemos premiar.

He escuchado de muchas personas que los venezolanos necesitan mano dura para acabar con tanto bochinche, que la gente hace lo que le da la gana. Yo pensaría que no, quisiera pensar que las personas que actúan de manera irregular, lo hacen desde la perspectiva de no tener conciencia de la repercusión de sus acciones, tendería a pensar que es producto de la ignorancia, que al final, es un problema de educación.

¿Cómo se combate la impunidad en Venezuela? Tengo la impresión que si se fueran a procesar todos los tipos de delitos que ocurren en el país, desde los más simples, hasta los más complejos, un porcentaje importante de venezolanos deberían estar, o presos, o multados, o cualquier otra penalidad descrita en la ley. De allí que probablemente el sistema de administración de justicia sea tan inefectivo e ineficiente. Me parece que el camino debe ser otro, La Conciencia Individual. Revisemos Todos nuestro comportamiento diario aún si detrás de ese comportamiento está una justificación noble, como conseguir un dinero para pagar los gastos debido a una situación familiar puntual (o peor aún, comprarnos un carro costoso o una casa más grande para mostrar ante los demás que somos exitosos). En cualquiera de los casos la solución nunca será el acto irregular, será la lucha por recibir un ingreso justo o la prosperidad bien lograda, una actividad que permita desarrollar la vida de una manera justa y con dignidad. Si hoy usted se apropia de algo que no es suyo para resolver una situación de escasez puntual, puede ser que usted supere el problema de ahora, pero su problema de base se seguirá manteniendo en el tiempo, entonces no lo quedará otra que vivir de la irregularidad hasta que lo trágico ocurra de manera inevitable. Quizás una de las tantas razones para la seria situación de inseguridad que hoy padecemos, radique en la crisis de valores que enfrentamos.

Si aplaudimos la viveza destructiva, viveza ¨boba”, la viveza que trae más problemas que soluciones; los actos irregulares; el Yo sobre el Nosotros; entre otros aspectos que no deben ser aplaudidos bajo ningún concepto (en Venezuela pareciera que usted es culpable hasta que se demuestre lo contrario); el país se convierte en lo que es hoy. No nos quejemos si sentimos que vivimos en el país en el que no queremos vivir, el país en el que vivimos es el país que estamos generando. Venezuela es tan sólo la consecuencia de nuestros actos colectivos, de nuestra efectividad y eficiencia producto de nuestro funcionamiento como sociedad. Sin duda que ésta es sólo una opinión personal, mi análisis particular, y que las realidades sociales son muchísimo más complejas, pero también es cierto, y es una sensación interna que tengo, producto de haber vivido casi toda mi vida en este país, que cambiando algunos hábitos mal acuñados, muchas cosas deberían converger de manera positiva y automática. Siento que mientras no tomemos conciencia de la importancia de las acciones que están en nuestras manos y el enorme impacto en el entorno, este país nunca llegará a tener el gobierno que Todos merecemos y hasta cierto punto será ingobernable.

Siento que la crisis que Venezuela ha estado atravesando en los últimos años es de naturaleza Social más que de cualquier otra índole, una crisis basada en un crecimiento desordenado, sumado a algunos valores y creencias erradas. Una crisis basada más en la ignorancia que en la mala voluntad de sus individuos. Una crisis de una sociedad joven que a golpe y porrazo busca su verdad, una sociedad que estando en la adolescencia busca llegar a la adultez. Ninguna sociedad es perfecta ni sus individuos intachables, pero uno espera que la norma esté conformada por individuos apegados a derecho y que la excepción sean las personas que asumen comportamientos irregulares, no lo contrario.

Siento que muchos venezolanos están desorientados porque no saben donde están las causas de los problemas, luego el país se convierte en una trampa. Los “líderes” que se instalan a hablar horas, llámense del gobierno o de la oposición, que abusando de la retórica no le dicen al país los verdaderos problemas, la causa raíz, aún conociéndola, le dicen a las masas, a su público, lo que quieren escuchar, elaboran un discurso de lo que es conveniente decir (¿conveniente para quién?), y no de lo que se debe decir al margen que les cueste la elección. Es por esto que pienso que como venezolanos no podemos esperar que los políticos nos den nada, sino crecer como personas desde la base de valores genuinos y la conciencia del entorno en el que Todos vivimos, es decir, ser “proactivos” y responsables.

Me parece que al final no importa si su tricolor tiene siete u ocho estrellas, cada venezolano debe llevar internamente, y por sobre todas las cosas, el amor y respeto por su país, por el colectivo, país éste que no está conformado sólo por su geografía sino por la gente que lo habita, no importa si usted es un socialista acérrimo, un capitalista avaro, o lo que sea, el colectivo, el interés de Todos deberá estar siempre por encima de las diferencias ideológicas y de los intereses particulares. Ninguna familia venezolana debe dividirse por las diferencias en sus puntos de vista políticos, debe privar el afecto familiar, el respeto y el debate; sin perder de vista lo que es mejor para el país. Siento que debemos invertir el tiempo en debatir que es lo mejor para Venezuela y que Todos lo entendamos y respetemos, llegar al diálogo de consenso.

Muchos venezolanos que marchan con un tricolor dicen que aman a su país, pero los recursos financieros que generan producto de las actividades locales terminan yendo a otras partes del mundo, principalmente a Estados Unidos de América (Miami), ¿Por qué esto es así? ¿Por qué no existe la confianza en la inversión en Venezuela (esto último no es un fenómeno de los últimos diez años, es un fenómeno más antiguo)? ¿Quiénes marcan la diferencia que algo funcione en otro país y aquí no? La respuesta no puede ser otra que el comportamiento de su gente y por lo tanto el funcionamiento de las instituciones.

En Venezuela existe una débil cultura de Servicio. El venezolano es bueno, noble, le gusta vivir en paz, alegre, jocoso ante la adversidad, por qué entonces uno siente que atender bien a un semejante es algo que pareciera acompleja, sobre todo el trato al visitante. Este país debería ser el centro turístico de Latinoamérica, por su gente alegre, maravillosa geografía y ubicación excepcional, el turismo debería ser uno de los pilares fundamentales de la economía. ¿Por qué no lo es?

Yo siento que en Venezuela se tiende a “respetar” a las personas por su posición social, por su apariencia ostentosa (o por lo que aparentan tener), por su actitud de poder o por el cargo que ostentan, y no lo por lo genuino, que en mi opinión es su calidad como ser humano integral. Esto sin duda obliga a que si alguien se quiera sentir importante deba estar en alguno de estos grupos. La realidad es otra, no importa el rol que usted desempeñe, todo trabajo honesto merece respeto, así como la persona que lo desempeña. Es allí donde se debe centrar la lucha de esta sociedad, en la justicia, en la decencia y el respeto por lo genuino.

Venezuela tiene un importante contingente de buenas personas, muchas están a la sombra, han habido algunos buenos gobernantes, nacionalistas, serios, bien preparados; así como buenos servidores públicos en todos los niveles. Tengo la impresión que intereses mal habidos e irresponsables los terminaron marginando, e incluso, a algunos, les costó la vida. Veo con preocupación que muchos venezolanos prefieren estar dirigidos por una persona que no tiene las competencias para un cargo específico, que no exhibe buenos valores, que no está comprometido con la gente, que no está comprometido con la institución, pero uno escucha expresiones como… “fulano” es chévere… “fulano” es pana… Me parece que el colectivo no tiene la capacidad de identificar y valorar a un verdadero líder, luego se le da poder a la persona equivocada. Esto tiene como contrapartida desmotivar a aquéllos que si pueden hacer cambios fundamentales en función del bienestar de la mayoría, personas que si tienen los valores correctos, el profesionalismo correcto, personas que no les queda otra opción que, o ser parte de la aparente “mayoría” o abandonar en el intento y con una gran frustración. Es muy probable que si se le da el poder a los líderes correctos en todas las áreas del acontecer nacional, aunado al hecho de que Todos asumamos una actitud responsable, honesta y de compromiso para con el país, muchas cosas empiecen a mejorar de manera natural, en vez de hablar de un socialismo tozudo, hablaremos de un gobierno asertivo y con una alta orientación social.

En mi opinión personal no existe una superioridad genética a la hora de evaluar el desarrollo intelectual de un individuo, el individuo crece intelectualmente con base al ejercicio de aprender a través de la formación, principalmente la lectura. Así como en otras latitudes, en Venezuela hay personas brillantes y otras que están en formación de serlo, y en general, recursos valiosos de todo tipo, pero pareciera que en Venezuela los venezolanos no creen que puedan haber connacionales brillantes o capaces, existe un paradigma, pareciera que en Venezuela sólo se reconoce como brillante a un venezolano cuando tiene un sonado éxito en el extranjero. En Venezuela si se pueden hacer cosas importantes y excepcionales. Un camino para lograr esto es el apoyo a las Universidades, a la investigación científica en todas las áreas y sobre todo un plan táctico-estratégico de país, donde haya cabida para el talento humano que se logre desarrollar. Las Universidades no sólo deben generar profesionales para el ámbito laboral-empresarial. La desmotivación producto de la situación país que vivimos no genera otra cosa que la pérdida de recursos valiosos.

América es un crisol de culturas cuyo acoplamiento está aún en pleno proceso, con trazas de improvisación, desorden y racismo, con trazas de unas culturas que se han ido integrando por individuos traídos a la fuerza y otros que han venido buscando un mejor futuro, entre otras razones. Cada sociedad tiene una identidad, una cultura, que entre otros aspectos está representada por sus costumbres, sus creencias, sus valores... Atesoremos los elementos de la cultura venezolana que son sólidos y que tienen identidad, que tienen personalidad, revisemos aquéllos que nos llevan al caos y a la miseria. No importa la tendencia y sus creencias divergentes, los venezolanos no pueden dividirse por esta razón, lleguemos al entendimiento sobre la base del beneficio común, el beneficio de Todos, respetemos las reglas de convivencia común que están más allá de los pareceres particulares. Si un país es próspero para Todos lo será también para sus individuos.

En conclusión, salgamos Todos a construir un país de manera positiva y noble, sustentados por valores universales y virtudes humanas, luchemos por la justicia y por esos valores que conocemos pero que nos cuesta practicar, seamos más objetivos y reclamemos en cada instancia y con responsabilidad que eso sea así. No discriminemos a las personas por su origen social o poder económico, valoremos a aquéllos que queremos que Venezuela sea el país grande y digno en el que Todos queremos vivir. Asumamos con responsabilidad nuestras acciones cotidianas. La realidad de que lo que pasa en un país, llámese Venezuela o no, es responsabilidad de sus habitantes, es responsabilidad de Todos. Venezuela es un país con una geografía maravillosa, privilegiada, bendita por Dios, pero no es una tierra de gracia la que hace un país, es su Gente, la calidad de sus individuos y su integración como colectivo. El presente es duro y está lleno de lecciones, el futuro debería ser promisorio y esperanzador, la responsabilidad de que sea así está en manos de TODOS NOSOTROS.

3 comentarios:

  1. Como hablamos, estoy de acuerdo en muchas de las afirmaciones. Por ejemplo que el problema es de educación. Sin embargo, creo que la solución no puede darse simplemente buscando educar al ciudadano reforzándole o enseñándole valores positivos que seguir e interiorizar y esperar a que dentro de 15 generaciones tengamos una sociedad medianamente decente donde la gente se respete y se piense más en el colectivo que en lo personal. En mi opinión, esa educación debe ir acompañada de una mano firme que haga cumplir las leyes (porque ya están ahí no hace falta crear leyes nuevas. En todo caso modificarlas para que sean realmente viables y que los castigos sean ejemplares para que el que quiera cometer uno se lo piense dos veces antes de hacerlo).

    Ahora bien, el problema de todo esto es quien hace cumplir las leyes si en teoría la "mayoría" carece de valores y todo el sistema esta podrido. Desde ese punto de vista el país simplemente no tiene salvación porque tampoco encontraremos entonces esos maestros que enseñen valores, excepto que imitemos los errores de gobiernos del pasado y del presente creyendo que la solución está en otros países.

    Quizás no he vivido suficiente, quizás mi experiencia profesional no es muy amplia, pero creo de todo corazón que la solución a nuestros problemas están aquí mismo, en la población que habita este país, que las ideas y las ganas de cambiarlo para convertirlo en algo distinto y mejor está ahí y quienes así lo desean son realmente la mayoría; son aquellos que, si bien es cierto aun no tienen el poder para hacerlo, se van multiplicando. Y eso es algo que se ve (como dicen coloquialmente) en el ciudadano de a pie sea de la oposición o este a favor del gobierno. Si hay algo que los une es que a ambos les duele el país y por eso se molestan con las acciones que realizan desde el gobierno o desde la oposición (en mi opinión estos "líderes" son todos más de lo mismo, no hay nada que los diferencie, y en eso estamos de acuerdo una vez más: en que el único fin por el cual trabajan es para conseguir votos repitiendo lo que la gente quiere oir).

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  2. Ernesto, muchas gracias por publicar tu comentario. Coincido contigo si analizas la situación desde la palabra mayoría, suena desesperanzador, pero en el artículo dice: aparente "mayoría" y reconoce apenas algunas de las virtudes de los venezolanos (se pueden enumerar muchas más), además de considerar que muchos venezolanos de buena voluntad no han figurado públicamente o esperan el momento correcto para hacerlo (están a la sombra). La razón por la cual lo escribí así es porque uno ve pasar actores de la vida pública y privada, a través del tiempo, observando patrones de comportamiento similares independientemente de la ideología o partido político. Esto me hace pensar que el problema radica en algunos aspectos culturales que el venezolano ha heredado y que deben ser revisados.

    Las instituciones funcionan con la gente, entonces cabe pensar ¿por qué no funcionan bien? ¿Por qué tenemos un país con un índice de corrupción tan alto, de los peores de América y el mundo?

    El artículo habla de la Responsabilidad que todos los venezolanos debemos tener, porque es muy fácil echarle la culpa a los gobiernos y a los políticos, pero, ¿nosotros o la mayoría de los venezolanos hacemos las cosas bien? ¿Por qué echarle la culpa a otro?, debemos asumir plena responsabilidad de nuestros actos, así como ser críticos para con lo que no es correcto para nuestra sociedad. Las sociedades que funcionan mejor (ninguna es perfecta) están basadas en un colectivo que produce resultados tangibles, con una mayoría que respeta las reglas de convivencia común por convicción (que ya es parte de la cultura) y que están comprometidos con su país.

    El artículo es una llamado a la reflexión acerca de nuestros actos individuales y como éstos impactan el entorno país. Me parece que más que poner mano dura (algo que en nuestra cultura se observa como represivo), el propio venezolano debe observar su comportamiento y revisar lo que deba ser revisable, por convicción, esto no significa que el sistema de administración de justicia no deba funcionar correctamente, es sin duda un elemento clave. Ahora bien, ¿cómo saber qué no haces bien?, toda cultura tiene paradigmas. La educación es una de las vías. Los cambios culturales no son sencillos, pues implican cambios profundos en valores y creencias que siempre se han dado por ciertas, lo cual genera una natural resistencia.

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  3. Delianne, escribió: Hola Antonio!***

    FELICIDADES!***

    Muy buen Artículo y Texto*** si puedo decirte algo y mi opinión, mi Sentir en la última parte puede decirse q el Presente es fácil, depende justo de lo q haga uno con él, cómo lo encamine, de acuerdo a su óptica y acciones q realice en este momento, y en este caso lo q hagamos TODOS los Venezolanos, como dices la Responsabilidad es de Todos***

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