domingo, 20 de junio de 2010

Reflexiones de Vida

por Antonio J. Fernández de Oliveira M. - antjfer

Estamos comenzando el mes de junio de 2006, las fechas exactas poco importan en este relato. Debo darle gracias a la vida y a ese Dios abstracto al que todos referimos, porque, aunque he recibido una noticia muy triste, tengo aún la oportunidad de luchar por la vida, una oportunidad que muchos no tienen han tenido. Tengo que dar gracias, porque puedo escribir estas palabras y expresar lo que siento, porque puedo poner “orden” en algunas cosas, quizás procurando paz. Escribo estas palabras aún sin conocer exactamente la severidad de lo que tengo, sólo sé que mi organismo desarrolló un tumor maligno (Carcinoma), dicho en palabras cotidianas, Cáncer, que fue detectado cuando tenía alrededor de 2,5 cms. de diámetro, es metastásico, pero aún no sé nada más, parece que nunca se sabe lo suficiente en esta enfermedad, al final nadie lo sabe con certeza, todos mencionan a Dios, por lo que he decido llamarla la Enfermedad Teológica. Desde la persona del laboratorio hasta el médico internista parecían estar afligidos, no me tomen a mal pero en algunos casos me pareció absurdo. Doy Gracias a la vida que aún tengo, y por la que voy a luchar, porque hoy me puedo sentar y escribir estas líneas, expresar lo que se siente cuando se recibe una noticia como ésta, cuando uno ve amenazada la vida de manera consciente, cuando esperamos que nos digan cuanta arena queda en el reloj de la vida.

El día que me dijeron que el tumor que tenía era maligno iba conduciendo mi carro, me llamaron del Centro Médico (pudiéramos cambiar la M por Mercantil) para decirme que tenía que pasar por caja a pagar un monto adicional al costo de la biopsia, y antes de retirar los resultados, porque habían tenido que utilizar unos químicos adicionales, debido a que había salido positivo. Así fue como me enteré que tenía Cáncer, eran como las 2 p.m. de un día de semana, iba hacia mi oficina y la verdad no sentí una tristeza particular, simplemente pensé, ahí vamos otra vez… ¿a qué me debo enfrentar esta vez? , una gran interrogación… Pasé la tarde en la oficina, no pensando mucho en el asunto, y no quise salir lo acostumbrada y absurdamente tarde.

Llegué a casa y me fui al balcón, miré hacia el cielo, no el cielo bíblico, sino el que tenemos encima de la cabeza, y vi los colores del atardecer y vi que había nubes, aún se veían las sombras de los árboles y se podía respirar un aire fresco, y pensé en mis hijos y en lo dependientes que aún son y me dio dolor, porque todo lo que he trabajado incluso a cuenta de la salud ha sido para darles lo que no tuve cuando fui niño, y sentí preocupación. Me imaginé por un instante lo que podría sentir cualquier hombre que va a ser ejecutado, está de pié, enfrente de sus ejecutores, mira al cielo, le da un vistazo detallado por última vez a todo aquello que siempre fue obvio, recuerda a los seres que ama, respira profundo y siente como se le llenan los pulmones de un aire fresco, agradable, quizás tratando sentir por vez última los olores y sensaciones de la vida… Sentí en ese momento un profundo dolor y la inspiración para expresarlo en palabras.

Yo sé que un día no estaré, no estaré con este cuerpo, compañero inseparable. No estaré con esta identidad, heredada en tiempos que no recuerdo. No podré estar con aquellos que son mi vida, mis frutos y mis maestros imprescindibles. No podré compartir con mi compañera del camino, a quién mi ausencia le dará tristeza y libertad. No podré ver los colores de la vida. No podré escuchar los sonidos que trae el viento. No podré disfrutar los sabores de la Tierra. No podré discutir y pelear por aquello que creo profundamente. No estaré en un obvio amanecer.

Yo sé que todo lo que nace “muere”. Yo sé que una vida física sin fin sería un castigo insoportable. Yo intuyo que nuestra esencia es inmortal, que lo que en realidad somos no muere con el cuerpo. Yo intuyo que todos existiremos en el futuro, no sé de que manera y en que lugar, quisiera creer que nos volveremos a encontrar.

No creo ni en el Cielo y ni en el Infierno. El Bien y El Mal son caras de una misma moneda, inseparables como el día y la noche. El Cielo y El Infierno, manipulaciones religiosas para poner orden en el desorden humano, difícil de controlar desde los tiempos de Noé.

No le tengo miedo a la “muerte”, le tengo miedo a no poder seguir ayudando a las personas que dependen de mí. Me asusta sentir que no sé para qué nací y no haber cumplido el objetivo de mi vida. Me asusta sentir que aún quedan tantas cosas por hacer y poco tiempo para hacerlo.

Aún no sé por qué ocurren ciertas cosas aunque la vida me ha enseñado que debemos aceptar los eventos de la vida y que de nada sirven los lamentos, que lo único que debemos hacer es afrontarlos con valor, luchar, salir adelante y sacar lo mejor de ellos.

El vivir esta vida me ha enseñado que cuando a uno le toca dejar de existir, muchos son los medios y las circunstancias para que el hecho sea consumado, entonces, ¿para qué lamentarse? , cómo lamentar un destino que al parecer tenemos signado al nacer. Lo que me queda es luchar por la vida con la misma pasión que he emprendido cada proyecto.

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El día siguiente, en la tarde, me dirigí al CM a retirar el informe de la biopsia, el cual no me sería entregado sin el correspondiente recibo de caja, por aquél monto adicional que mencioné. La laboratorista me estrechó la mano como si me conociera de antes y tenía los ojos apretados como quien va dar un pésame, es como cuando uno quiere que lo vean con cara de acontecimiento, por “respeto”, si cabe la palabra. Leí vorazmente el informe y la verdad no entendí muchos de los términos, excepto, de que sí, efectivamente tenía Cáncer. No se me ocurrió otra cosa que llegar a casa y entrar en la Internet a hacer una de mis acostumbradas investigaciones, esta vez no fue para indagar acerca de temas de historia… y es allí cuando vino el segundo golpe, todo lo que aparecía descrito, desde el tipo de Carcinoma hasta la Oncoproteína indicaban un escenario muy malo, palabras como agresivo, invasivo, baja expectativa de vida, etc… volví a sentir el fusil en el pecho, menos arena en el reloj y el sonido del inminente disparo, que dolor en el alma. Es en este punto donde uno quiere conversar con los “expertos”, a ver que pueden decir al respecto. Recurrí a varios Oncólogos, y logré un punto de entendimiento común, la operación era el primer paso y era ineludible. Para mí las respuestas vagas son inaceptables, será que el tema es menos científico y más teológico. Al final, nadie sabe nada en concreto excepto Dios y mi sistema inmunológico. En conclusión, a Dios no le puedo preguntar, recurriré a la oración, y con respecto al sistema inmunológico veremos como lo hacemos comportarse a la altura del acontecimiento que enfrenta.

Yo sé que la inteligencia que nos diferencia como seres vivos, es la misma que nos une como seres humanos y es la que articula todas las cosas que existen en este Universo. Sé además que los seres humanos tenemos el privilegio de ser parte consciente de esa inteligencia, a veces pensante. Yo sé que esa inteligencia que une todo es parte de nosotros mismos, por eso creo que todos y todo en conjunto somos Dios.

Creo que existimos por la simple negación de la no existencia. Creo que somos parte de un gran organismo viviente que tiene como objetivo sobrevivir. Creo que todo lo que hacemos procura prolongar esta existencia física, a través de la supervivencia de la especie humana, porque al final todos somos una especie con diferentes culturas. Yo sé que la vida en colectivo no persigue un fin perverso, que está basada en el amor. Un día dejaremos este planeta, no se cuántos lo logren, ni de que manera, al final serán la descendencia de “Adán y Eva”.

Creo que las verdades básicas y universales aplican a cada evento de la vida. Creo que todo lo que sucede en este planeta sucede en el resto del Universo. Creo que debemos ser mejores observadores y dejar de creer en el azar. Creo que debemos seguir buscando verdades y dedicarnos a aprender a vivir.

Creo que tenemos un destino, pero también creo que es posible influir en él, y hasta cierto punto cambiarlo. Aún no sé como se hace con certeza, pero me parece que la Oración y la Acción son elementos clave para lograr modificar parte del destino. Creo en la oración y en el poder que tiene en los eventos futuros de la vida. La oración no tiene religión. Creo que las religiones un día dejarán de existir, aunque nunca dejaremos de creer en Dios. Dios seguirá siendo todo aquello que esté más allá de la compresión.

Creo que Jesús fue un ser humano particular que marcó la vida de mucha gente en su entorno, pero no creo que haya sido distinto a nosotros. Creo que el tener conciencia de que somos nosotros quienes nos gobernamos en esta nave espacial, nos asusta y nos crea un vacío, luego necesitamos creer en Dios como un ser paternal.

Creo que este planeta se unirá en una sola nación, no sin antes sufrir guerras y batallas. Creo en los eventos clave de la vida, y su tiempo correcto de ocurrencia. Creo que hay que saber cuando dejar fluir la vida y a veces no intervenir en ella.

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He decido asumir todo esto con mucha paz y haciendo que mi cuerpo coopere al máximo. No quiero caras acontecidas a mi alrededor, así que he decido callar lo que realmente me está pasando, al menos por un tiempo... No lo saben mis hijos, no lo saben mis padres, sólo los mínimos indispensables lo saben, como dije, por ahora…

Se siguieron como dos semanas en las que se hicieron los exámenes de rigor, que culminaron con la operación, porque aunque estamos en el siglo XXI los tumores aún no se curan, se extraen, se mutila una parte del cuerpo para eliminar las células malignas y evitar que hagan más daños irreparables. Ya me dijeron que necesitaré Quimioterapia y Radioterapia, y otros fármacos, con el propósito de alargar mi existencia hasta el punto de que se intente que no sea esto lo que me borre de este planeta, en este cuerpo.

Cuando a uno lo van a operar uno no sabe si va a despertar después de la operación, ese era el temor, por el resto, la operación de por si, me dijeron los “expertos”, no representaba un gran riesgo.

Recuerdo que hace siete u ocho meses atrás, tras un toque inadvertido, sentí un dolor profundo en la tetilla izquierda, el dolor era muy similar a cuando uno tiene una “espinilla” que está por manifestarse a la vista pero que aun se encuentra en gestación. La verdad le resté importancia, no tenía tiempo de dedicarme a esas cosas mi trabajo era más importante que yo. Qué decir, hace casi cuatro años me hice una resonancia magnética por una molestia en la espalda que no volví a atender. Nunca tenía tiempo para mí.

Es en este punto que uno hace un recuento de su vida, ¿qué hice mal?, es que acaso no he hecho otra cosa que trabajar mucho para intentar darle un buen estilo de vida a todos, sí, a todos, ¿cómo comenzó esta paranoia?

Empieza uno a recordar tiempos pasados, empezando por la niñez, los sueños de aquello que uno quiere ser cuando sea “grande”, cómo encontrar una oportunidad para ser independiente, para lograr prosperidad, para ayudar a mis seres queridos a ser más “felices”. Se recuerdan las frustraciones en todos los planos, las situaciones de la vida que me han golpeado profundamente. Se recuerdan los ideales que me inspiran cada día para mejorar una sociedad que se tarda mucho tiempo en cambiar, en ir por el camino obvio pero al parecer difícil de encontrar. Sigo en procura de esa oportunidad, una suerte de Santo Grial.

Es indudable que no habrá oportunidad por disfrutar, en esta existencia, si no se tiene vida y salud, es ahí donde uno descubre, que sin darse cuenta, asume posturas autodestructivas…

Era cuestión de tiempo, siempre he querido y sentido orgullo por demostrar que puedo hacer mucho trabajo de manera profesional, siempre he tenido la energía y capacidad para hacerlo, pero el tiempo pasa y ya no soy aquel joven que se quería comer el mundo. En los últimos años nunca era yo el importante, lo eran los resultados que pudiera alcanzar sin importar el esfuerzo.

Cuántos reveses, cuántos resultados…, cada vida es una pieza de arte única, tallada y pintada por la inspiración de los eventos de la vida, una obra de arte singular, a veces desechada por la torpeza del artista, arquitecto universal.

Recuerdos y reflexiones vienen a la mente de manera desordenada, necesito, por mi naturaleza, entender y aprender la lección que esto significa, buscar la verdad.

Es inevitable preguntar a los “expertos” e intentar indagar por qué ocurren estas cosas, ¿cómo evitarlo una próxima vez?, ¿cómo hacer para que no ocurra?, ¿qué debo cambiar?

Por ahora sólo sé que debo cambiar mi estilo de vida, eso parece ser la conclusión, mejorar mi sistema inmunológico, descansar, llevar una vida balanceada. No hay duda que he sido un adicto al trabajo y mi enemigo personal. Me he fallado a mi mismo y mi falta de credibilidad me hace pedir ayuda, y dejarme ayudar.

Para hacer justicia a lo escrito debo decir que esto que me está pasando no ocurre por azar.

A veces me parece que hay impresiones que ya estaban grabadas en la memoria, me parece que la memoria de eventos se borra con la existencia física, las sensaciones que nos marcan la vida de manera fundamental se quedan en el alma. A veces se saben más cosas de las que se ha aprendido por método formal, a veces hay personas que aunque vistas por vez primera nos parece recodarlas desde siempre. Hay presencias que se sienten y nos son familiares, vidas que se cruzan, todo a su debido momento, todo con un fin. Vamos por la vida marcando gente, así como hay que gente que nos marca la vida.

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He decido “arreglarme” la espalda para no cargar con un dolor adicional antes de prepararme para la Quimioterapia. Tenía que pasar de esta manera para atender algo que de importante se tornó en urgente.

Ahora me preparo a entrar en una etapa que me anticipan será dura, difícil y larga, no me queda otra, he estado preparándome para el evento, al menos mentalmente, me faltan los aspectos logísticos. Es difícil asimilar la furia del huracán si uno se encuentra en el ojo del mismo.

Estoy en el mes de agosto de 2006, ya pasaron las dos semanas para la recuperación de la Nucleoplastia y estoy listo, realmente estoy resignado, a comenzar la Quimioterapia.

La primera Quimioterapia tiene incertidumbres, no sólo para mi como novato, el médico tantea cuál es la dosis máxima a ser administrada dadas mis dimensiones corporales...

Aunque la pude soportar de la mejor manera imaginable, las náuseas me hicieron una mala jugada el primer día y el exceso de medicina hizo que el siguiente ciclo se postergara en una semana, las variables sanguíneas no permitieron hacerlo de otra manera. El segundo ciclo comenzará 21 días después del primero y no en 14, que era lo esperado.

Tal como se esperaba, a los 21 días el cabello empezó a caerse y el cuero cabelludo a doler, decidí cortarlo totalmente, ahora tengo la imagen clásica de las personas que tienen cáncer y se someten a Quimioterapia.

El médico ajustó la dosis en el segundo ciclo, igual hizo para el tercero y la mantuvo en el cuarto. El tratamiento es fuerte, se siente tener algo tóxico dentro del cuerpo, la orina tiene otro color, tengo acidez, a veces ansiedad, taquicardia, no duermo bien, pero, al parecer, no me debo quejar, me ha ido bien.

La sala donde se hace Quimioterapia es como una sala de Esperanza, conformada por sillones y butacas reclinables, unas 25 en total contando ambos tipos, una esquina dedicada a la fe católica. Tengo la impresión que las dimensiones de la sala no alcanzan para la cantidad de pacientes que necesitan atención.

He visto caras de temor, he visto caras de resignación, he visto caras de indiferencia, he visto gente con llanto, he escuchado gente que se pregunta ¿por qué yo?, he escuchado gente con escenarios terribles, todos luchando por la vida, procurando la fe, con reflexiones de vida….

Es el mes de octubre de 2006, estoy a punto de comenzar el quinto ciclo, ahora con otro fármaco…. Las reacciones han sido diferentes, dolores en las articulaciones, menos malestares estomacales, pero el mismo decaimiento.

Ya este ir u venir, cansa pero de nuevo no me puedo quejar …

Los ocho ciclos se cumplieron a finales de noviembre, comencé la Radioterapia en diciembre y la culminé en febrero de 2007. Posterior a eso me tomé unos días de vacaciones buscando recobrar energías y apariencia para volver al trabajo.

Comencé un curso de piloto privado, un sueño de la niñez.

El regreso al trabajo fue más ligero de lo que esperaba, los secretos de pasillo, no lo son, aunque uno pretende no difundir lo que pasa, todo el mundo se entera y trata de indagar…

Ahora no sé en que etapa me encuentro, es difícil retomar lo que venía haciendo, no respetaron mi posición en la empresa, buscaron a otra persona para reemplazarme. Siento volver a comenzar. Atrás queda la leyenda de los logros alcanzados, se abre una nueva etapa de vida.

Sólo le pido a la vida que me dé la oportunidad de existir, que me permita cumplir mis metas en santa paz, que pueda ver crecer a mis hijos, verlos ser adultos. Sólo le pido a la vida Vivir un poco más, al menos para saber de que se trata esta vida, antes de dejar de existir en esta identidad, en este cuerpo.


AJF 2006-2007

4 comentarios:

  1. Este es un artículo que salió producto del evento que vivía hace cuatro años, su nombre lo tomé luego para nombrar mi Blog. AJF

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  2. querido AMIGO: Fuimos creados a imagen y semejanza de DIOS;si logramos tener la fe que el tenia en sus manos para sanar;sanaremos¡¡¡¡ fortalece tu fe,tal vez, lo que èl te quiere enseñar con esta leccion es que creas,y que sepas que esta dentro de ti,y que tu puedes¡¡¡¡¡¡

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  3. Estas reflexiones dejan una enseñanza extraordinaria y dejan huellas bien profundas para recordarnos todos los días qué es lo realmente importante, nos enseña a valorar lo que tenemos: la vida, la familia, la salud, nuestro alrededor. Las pequeñas cosas comienzan a tomar importancia!!!...En particular creo que con estas reflexiones, ciertamente, tal como lo escribes "....Hay presencias que se sienten y nos son familiares, vidas que se cruzan, todo a su debido momento, todo con un fin. Vamos por la vida marcando gente, así como hay que gente que nos marca la vida". Gracias por marcarnos la vida de todos los que te leemos y seguimos.... espero poder seguir leyendo tus reflexiones!..

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  4. Hola "Gracias a Dios por el maravilloso poder curativo que el Dr. Ahmed Ali trajo a mi vida con su poderosa medicina, me diagnosticaron cáncer durante más de 6 años, lo que me ha llevado a estar desempleado y a perder mi relación con mi prometido después Escuchando que estaba sufriendo la enfermedad, hasta que un amigo mío me contó sobre el Dr. Ahmed Ali, el gran sanador y sus comentarios de curación en YouTube de que ayudará a restaurar y sanar a mis pacientes con su poderoso hechizo de curación, ella me dijo que envió un correo electrónico a la dirección del Dr. Ahmed Ali, y lo contacté rápidamente. Él respondió a mi correo electrónico después de 30 minutos, me dijo que la enfermedad era pequeña y menor, que solo resolverá la enfermedad de inmediato si puedo aceptar lo que pidió Yo dije que sí, porque realmente sabía que "el cáncer es malo". Hice lo que él quería conmigo y después de dos días me envió su poderosa medicina, después de usarla, por ejemplo, durante una semana, los problemas se resolvieron. en adelante, él me dijo que hiciera un chequeo, lo cual hice, luego él co confirmado por mi documento o que ahora era `` NEGATIVO '' Fue una bala ganada, esta enfermedad ha expulsado muchas cosas de mi vida, mis amigos, mi prometido y mi trabajo, voy a hablar de este hombre hasta que todos Convierte. Puede contactarla en su Gmail: Drahmadremedies@gmail.com o número de WhatsApp; +2348034811617 .. También puede tratar el VIH / SIDA, el herpes, los fibromas y muchos otros, detengamos el cáncer

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